Paola Danel
5 de jun de 20202 min.
La espirulina, se ha considerado como un súper alimento o alimento funcional, por sus propiedades. Es una cianobacteria, las cianobacterias son algas de color azul verdoso, gracias a un pigmento que contiene. Estas bacterias son capaces de hacer fotosíntesis.
La espirulina ha estado presente en la historia desde hace cientos de años y ha sido un complemento nutricional en diferentes culturas.
Su amplio contenido nutricional, hace que sea un coctel de nutrientes muy valiosos para la salud, tanto, que la NASA utilizó con éxito la espirulina como suplemento nutricional en algunas misiones espaciales y la FAO declaró a la espirulina una fuente valiosa para la alimentación.
Composición y nutrientes
La espirulina es rica en macro y micro nutrientes, aporta 25% de hidratos de carbono, 57% de proteína de fácil digestión y de alto valor biológico, es decir que tiene todos los aminoácidos esenciales. 5 al 14% de ácidos grasos esenciales en forma de ácido gamma linolénico, que puede convertirse en ácidos grasos omega 3 como EPA Y DHA.
Contiene vitamina A en forma de beta-caroteno, vitamina E, vitamina B1, B2, B3, B5, B6 Y B12, esta vitamina B12 es análoga, por lo tanto no se debe considerar la espirulina como fuente de esta vitamina.
También tiene un gran aporte de minerales como : sodio, potasio, magnesio, calcio, hierro, yodo, manganeso y pigmentos como la clorofila que es antioxidante y ficocianina, el cual le da el color azulado y ayuda a eliminar metales pesados.
Beneficios
Gracias a su composición y nutrientes la espirulina tiene diferentes beneficios para la salud algunos de ellos son:
Protege la vista.
Puede tener un efecto antiviral.
Mejora perfiles lipídicos.
Ayuda a la modulación de la inflamación.
Ayuda a eliminar metales pesados.
Potencia el sistema inmune, elevando la cantidad de glóbulos blancos.
Puede ayudar a proteger contra algunos tipos de cáncer.
Puede mejorar el rendimiento deportivo.
Protege al hígado.
Precauciones.
No lo deben consumir personas con alergia a mariscos o yodo.
Puede teñir las heces de verde oscuro.
No se recomienda en personas con enfermedad tiroidea, fenilcetonuria y enfermedades autoinmunes, así como en embarazo y lactancia.
Puede dar molestia gastrointestinal, nerviosismo o picor en piel.
Recuerda siempre acudir a un profesional de la salud, ya que cada persona es diferente y necesita una recomendación personalizada.